¿Eres adicta/o ... a tu teléfono móvil? Esto te interesa



El excesivo uso de teléfono móvil es una de las cuestiones que más preocupan a la sociedad de hoy en día y es que desde que este dispositivo inalámbrico se convirtiera en una parte fundamental de nuestras vidas han sido muchos los expertos que han asegurado que su uso es perjudicial para la salud, algo que científicamente no ha podido demostrase, al menos todavía. Sin embargo, lo que se ha averiguado es que una hora de conversación por teléfono móvil estimula las áreas del cerebro más cercanas a la antena del teléfono, aunque este descubrimiento no certifica si estos efectos constituyen un riesgo a largo plazo para la salud.

Es por ello que muchos doctores recomiendan el uso de manos libres o de auriculares para mantener una conversación telefónica de larga duración. Sobre todo este consejo deberían tenerlo muy en cuenta adolescentes y niños, ya que “sus cerebros son mucho más vulnerables a efectos de ciertos tipos", asegura la doctora Nora Volkow, autora de un estudio que intenta esclarecer datos sobre el uso de la telefonía móvil.

Para realizar este estudio se contó con 47 voluntarios a los que se les colocó un móvil en la oreja derecha y otro en la izquierda. Los investigadores midieron el metabolismo de la glucosa del cerebro y averiguaron que ésta aumentaba en un siete por ciento en las regiones del cerebro más próximas a la antena si el teléfono del lado derecho estaba encendido frente a si los dos estaban apagados.

Sin embargo, la actividad cerebral se reducía al mismo tiempo que se distanciaba la antena del móvil. Este estudio no demuestra un perjuicio como tal, pero la doctora Volkow quiere seguir investigando para conocer si el cerebro de las personas que utilizan, por ejemplo, el teléfono móvil dos horas al día durante diez años experimenta algún cambio frente a aquellos que utilizan este dispositivo en menor medida.

Pero en cuanto a esta polémica hay opiniones para todos los gustos y es que un gran colectivo dedicado a la telefonía móvil asegura que “los dispositivos inalámbricos, dentro de los límites establecidos no constituyen riesgos para la salud pública ni causan efectos adversos para la salud”. 

Según este colectivo no hay una demostración científica que asegure estos presuntos daños, por lo que no deberíamos preocuparnos. Sin embargo, todo es bueno en su justa medida y este es el mejor de los consejos para pensar que aunque no haya una demostración del perjuicio de los móviles, más vale prevenir que curar.

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