El fotógrafo y cazador de tormentas Mike Hollingshead se gana la vida siguiendo los rayos que se ramifican por los cielos de los Estados Unidos. Mike acostumbraba a ver el clima extremo de la región Centro-Oeste del país americano desde las colinas que rodean a su ciudad, Nebraska.
Y luego de ver algunas fotografías de tormentas en Internet, supo que debía arreglárselas para rastrear a las tormentas más poderosas. Equipado con tan sólo un mapa y una cámara de vídeo, dirigió su sedan hacia una nube negra y tuvo la suerte (o mala suerte) de fotografiar un huracán en su primer día de trabajo.
Luego de 15 años en el negocio, Mike continúa en su insaciable búsqueda de tormentas, a menudo en bastante peligro. Su estilo básicamente consiste en armarse de valor y ponerse justo en el trayecto del meteoro. Se justifica diciendo que es menos aterrador de lo que pensamos, porque la mayoría de las tormentas se componen únicamente de lluvia, pero eso sí, dice que es un trabajo muy estresante.
- “La mayoría de los cazadores de tormentas no se interponen en el camino [de la tormenta]… pero me gusta la vista que se obtiene desde ahí“, dice.
Mike comenzó a cazar tormentas en 1999 como un pasatiempo, y luego pasó a dedicar todo su tiempo a estas tempestades en 2004. La temporada de caza de tormentas inicia en abril, y es bastante corta ya que se desvanece para julio. Mike dice que la mayor dificultad a la hora de perseguir tormentas no son las propias, sino la cantidad de gente que ahora se dedica a cazar tormentas.
- “Amigo, a veces hay enormes filas de vehículos esperando una tormenta, y esto puede llegar a ser muy peligroso, sobre todo a la hora de escapar de ellas“, dijo Mike.
Por este motivo, actualmente sólo persigue tormentas en las Dakotas y Nebraska, donde, en general, hay menos caza tormentas. En el blog de Mike se pueden ver algunas de las bellas imágenes de tormentas que ha perseguido, ahí mismo comparte sus relatos de las cacerías.
Luego de cuatro horas y varios cientos de kilómetros recorridos, el fotógrafo paisajista Mitch Dobrowner apenas inicia su jornada laboral. Lo que empezó casi como un experimento, rápidamente se convirtió en su tema más apasionante.
Mitch trabajaba en una serie de paisajes en Nuevo México, en 2008, cuando se enteró de una tormenta que pasaba por Shiprock. Durante 10 días, condujo más de 500 km siguiendo a esta tormenta, tratando de reproducir la imagen que tenía en su mente. Cuando finalmente lo consiguió, no había vuelta atrás, quedó enganchado. Desde entonces no ha parado.
- “Cuando fotografío, necesito estar concentrado y preparado para tomar decisiones rápidas“, dijo Dobrowner. – “Esto requiere mi total concentración, especialmente cuando hay tantas cosas sucediendo alrededor: el viento, la lluvia, los rayos y las composiciones que cambian de momento a momento.”
El trabajo de Dobrowner fue presentado en septiembre en un libro llamado “Storms“. Puedes ver más de trabajo de Dobrowner en su sitio web.
