Las probabilidades de que exista vida extraterrestre en nuestro planeta, como en cualquier otro cuerpo celeste de cualquier galaxia, son sensiblemente más altas si consideramos la posibilidad de que ésta puede alojarse bajo la superficie, según el trabajo de un grupo de científicos. Hasta ahora, se estimaba que las zonas de un sistema planetario propicias para la vida se restringían a la condición de que pudieran contener agua líquida en un ambiente estable. En el caso de nuestra Vía Láctea, esta región abarcaría desde el planeta Venus, hasta el planeta Marte.
No obstante ello, según un equipo de astro-biólogos británicos, estas condiciones son absolutamente insuficientes si se considera la posibilidad de que puede existir vida bajo las superficies planetarias. Sucede que, en el caso de los planetas fríos, como en cualquier otro, las temperaturas aumentan a medida que se avanza en la profundidad de sus cortezas, por lo que incluso los planetas más inhóspitos podrían albergar agua líquida bajo su superficie. Si esto es concebible, entonces también es concebible la posibilidad de que allí exista vida.
El trabajo de los investigadores sugiere que, si la hipótesis sobre las 'zonas de habitabilidad del subsuelo' es cierta, entonces la vida extraterrestre sería mucho más probable de lo que imaginamos hasta hoy. Para demostrarlo, los expertos emplearon un modelo computacional a escala, que logró obtener una estimación de las temperaturas subterráneas de los planetas a medida que la distancia entre su estrella central y ellos aumenta. Según los resultados, el radio habitable alrededor de una estrella aumenta tres veces si se estima la posibilidad de que la vida exista a unos 5.3 kilómetros de profundidad. Incluso puede ser 14 veces mayor, si se avanza en lo profundo. Así, Saturno, o lunas como Europa y Ganímedes, podrían encerrar océanos subterráneos.