Iba a regresar en avión a Europa a finales de octubre, pero sus planes tuvieron que cambiar después de que la compañía British Airways le impidiese viajar por considerar que era demasiado obeso. Algo curioso, teniendo en cuenta que esa misma compañía fue la que le llevó a EE.UU.
En declaraciones a la cadena CBS, la madre de Kevin manifestó su indignación. "La culpa es de British Airways porque ahora nos dejan aquí cuando fueron ellos los que nos trajeron", afirmó. "Si pudieron traerlo aquí en clase turista con ese problema, podrían haberlo llevado de regreso en clase turista también", denunció.
Con el fin de intentar resolver la situación, Kevin y sus padres pasaron casi dos semanas en un hotel en el aeropuerto de Chicago. Sin embargo, la paciencia se les agotó y esta semana finalmente decidieron viajar en tren a Nueva York. Desde esta ciudad regresarán a Europa a bordo del buque Queen Mary II el próximo 19 de noviembre.
Fue "imposible acomodar al pasajero con seguridad", apuntó una portavoz de British Aiways, que aseguró que la compañía aérea propuso "reembolsarle el billete íntegramente".
No obstante, el padre del joven declaró que todavía no han recibido ese dinero y que estaba dispuesto a denunciar a la empresa. Además, informó que la aerolínea únicamente pagó 5 de las 13 noches que pasaron en hotel de Chicago.
Al conocer lo sucedido, otras aerolíneas dijeron que estaban dispuestas a llevar a Kevin en sus vuelos, pero a la familia ya no le quedaba más dinero. "Pagamos 1.200 dólares por el tren y después el [billete del] barco, 2.200 dólares. No podemos pagar más", dijo el padre.