Nuremberg y Basilea: Batalla de OVNIS en 1561 y 1566



A diferencia de lo que mucha gente piensa al respecto del tema de la ufología, no es algo que haya aparecido hace relativamente poco ni mucho menos. La historia está plagada de avistamientos e interacciones con ovnis, aunque no te lo cuenten en la escuela.
Alejandro Magno o Alejandro III de Macedonia, debió una de sus conquistas en Oriente Medio gracias a la providencial intervención de varios “escudos llameantes” que dispararon un rayo de luz contra las murallas de la ciudad de Tiro (Líbano), abriendo en ellas tal boquete que sus tropas pudieron penetrar fácilmente en ella y tomarla.
Plinio el viejo, Séneca, Cicerone, Tito Livio o Julius Obsequens dejaron narrados extraordinarios fenómenos y prodigios en los cielos romanos.
Los textos “Vedas”, los más antiguos de la India, o el Ramayana del siglo III a.C hablan de objetos volantes conducidos por hombres y armas terribles capaces de reducir a cenizas ciudades enteras a imagen y semejanza de las bombas atómicas.  
El abad Grégoire de Tours, historiador del emperador Carlomagno, se refirió a un fenómeno que propició que el monarca sufriera graves heridas al caerse de su montura, tal fue el susto del animal ante la visión de aquel objeto volante que parecía brillar como un segundo sol, en el año 583.
Tutmosis III, el más grande de los faraones del antiguo Egipto, conocido como el Napoleón egipcio, fue testigo junto a sus escribas de y séquito cortesano y militar de la evolución aérea de varios “círculos de fuego” que desprendían un “aliento” fétido. Y los avistamientos se multiplicaron en el cielo de Egipto, provocando lluvia de peces y aves muertas, sembrando el pánico entre los súbditos del faraón. Los relatos de la Grecia antigua sobre esos relatos son igualmente numerosos.

Y podríamos pasarnos horas y horas escribiendo sobre fenómenos de avistamientos y sucesos extraordinarios con ovnis pasando por multitud de siglo, eras y civilizaciones de todo el globo terráqueo.
Pero vamos a empezar con el tema por el que habéis hecho clic en el enlace o en el nombre de éste artículo.
Corría el año 1561, en una pequeña ciudad alemana, llamada Nuremberg estaba a punto de suceder algo extraordinario que quedaría grabado para la posteridad.
Era el 4 de abril cuando los ciudadanos de la ciudad alemana visionaron en el cielo una auténtica batalla de ovnis. Ovnis de todo tipo y de todos los colores.
Esferas, discos, cruces y tubos sobrevolaban la ciudad al alba. Los ciudadanos estaban aterrorizados, presenciaban aquella extraordinaria pelea en el cielo de la pequeña ciudad germana mientras veían como naves caían envueltas en llamas en los campos circundantes.

Los platillos se chocaban contra el suelo y ardían, sólo en cuestión de segundos desaparecían, como si de una combustión instantánea se tratase.
Los testigos afirmaron ver una nave nodriza enorme de color negro que se asemejaba a una lanza. En la gaceta de Nuremberg de ese año quedó reflejado tal acontecimiento y se puede leer:
“Al alba del 4 de abril, en el cielo de Nuremberg, muchos hombres y mujeres vieron producirse un muy aterrador espectáculo donde intervinieron diversos objetos, entre ellos, bolas que iba de tres en tres en fila, a veces cuatro en un cuadrado y muchas aisladas, y entre esas bolas, vieron numerosas cruces de color sangre. Luego se vieron dos grandes tubos, en los cuales había pequeños y grandes tubos que contenían tres, cuatro bolas e incluso más. Todos esos elementos empezaron a luchar entre ellos”.
Recordemos que hay multitud de avistamientos e imágenes de naves de forma cilíndrica como se menciona en la gaceta.
Pero por si esto fuera poco, no fue la única batalla que se avistó en aquella época.
El 7 de agosto de 1566, cinco años después, se reportó un episodio parecido en la ciudad suiza deBasilea. En esta ocasión, también al amanecer, los ciudadanos presenciaron una nueva batalla aérea en donde participaban diferentes tipos de naves y esferas negras, se prolongó durante varias horas. También quedó atestiguado en el periódico local que lo describió así:
“Se vieron en el aire muchas esferas negras que hacia el sol se desplazaban con gran rapidez y celeridad y también volviéndose unas contra otras libraban disputa tornándose algunas rojas y fogosas y luego se consumieron y disolvieron”
En una octavilla elaborada en agosto de 1566 por Samuel Coccius, estudioso de las Sagradas Escrituras y de las artes liberales, está representada esta situación:
Podríamos estar hablando de una épica batalla de naves discoidales, en forma cilíndrica, con rayos y esferas de luz, que fue avistada por cientos de personas de diferentes ciudades y que incluso quedó grabada en un par de gacetas y en varios dibujos artísticos.
Pero para todo hay una explicación más racional y científica al increíble suceso, como siempre, lanzada por la ciencia más ortodoxa, señala que pueden tratarse de efectos ópticos causados por la refracción de la luz a través de partículas de hielo en las nubes.
Y los objetos que caían en los campos envueltos en llamas y humeantes también era cosa de la refracción de la luz…
No quiero decir lo que realmente pienso de ésta gente. Ahora la palabra y la posibilidad de opinar la tenéis todos vosotros.
Un saludo

FUENTES: Granmisterio
Google Plus