¿Quién financia al Estado Islámico?



Tras el asedio de Mosul, la segunda ciudad de Irak, el Estado Islámico se convirtió en la organización terrorista más adinerada del mundo, superando a Al Qaeda. Allí, los insurgentes se apoderaron de enormes cantidades de dinero en efectivo y lingotes de oro de algunos bancos. En total, se hicieron con 500 millones de dinares (unos 429 millones de dólares).  

Las autoridades iraquíes estiman que los fondos de financiación del grupo alcanzan ya los 2.000 millones de dólares. Sin embargo, todavía se desconoce exactamente de dónde procede esa desorbitada suma. 

Arabia Saudita

Según el canal alemán Deutsche Welle, el Gobierno iraquí, dominado por chiíes, acusa a Arabia Saudita de apoyar a los yihadistas del Estado Islámico. 
 
Arabia Saudita "es responsable de la ayuda financiera y moral que reciben los grupos insurgentes", señaló hace dos meses el primer ministro de Irak, Nuri al Maliki. Como era de esperar, EE.UU., el aliado más importante de Arabia Saudita, rechazó las acusaciones lanzadas por el jefe de Gobierno iraquí. 

Para Günter Meyer, director del Centro para la Investigación sobre el Mundo Árabe de la Universidad de Maguncia (Alemania), resulta obvio quién financia a estos radicales. 

"La fuente más importante de financiación del Estado Islámico hasta la fecha proviene de los países del golfo Pérsico, sobre todo de Arabia Saudita, pero también de Catar, Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos", explicó Meyer, que agregó que su motivación inicial era apoyar la lucha contra el Gobierno del presidente sirio, Bashar al Assad. 

El petróleo 

Expertos estiman también que el Estado Islámico gana cerca de un millón de dólares diarios a través de la venta de crudo procedente de pozos bajo su control. 

El analista del sector energético Robin Mills afirma que si el grupo yihadista logra controlar los territorios en los que las milicias están avanzando, los ingresos podrían ascender hasta los 3 millones diarios y alcanzar los 100 millones de dólares al mes. 

Extorsión 

Según Charles Lister, investigador visitante del Centro Brooking de Doha (Catar), se sospecha que la organización recauda impuestos en las zonas que controla. 

"La extorsión afecta a pequeñas y grandes compañías, empresas de construcción, y si los rumores son ciertos, incluso a representantes de gobiernos locales", recalcó Lister a Deutsche Welle. 

Dinero para la yihad 

Con el dinero que robó en Mosul, el Estado Islámico puede financiar sin dificultades la yihad. Así opina el bloguero británico Eliot Higgins, más conocido como Brown Moses. 

"Con 429 millones de dólares, el Estado Islámico podría reclutar a 60.000 combatientes y pagarles 600 dólares al mes durante un año entero", escribió Higgins en su cuenta de Twitter.

Además, con este poder económico, el grupo puede adquirir fácilmente armas de alta calidad en el mercado internacional, subrayó Meyer. 
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