Las salchichas no son el alimento más sano, pero ¿qué tan nocivas pueden ser? Tras analizar los componentes de la salchicha común, la respuesta es: demasiado. Las salchichas son discutiblemente uno de los alimentos más procesados del mundo (los nuggets de pollo no se quedan atrás). Contienen muy poca carne real, consistiendo hasta en un 64% de pollo y un 17% de puerco "mecánicamente recuperados". Es decir, la pasta que se obtiene de los cadáveres del pollo y el cerdo, despojados de todos los cortes tradicionales, al someterlos a una máquina moledora. El proceso está prohibido en la carne de res, pero es permitido para los cerdos y las aves de corral.
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Harvard, liderado por la investigadora Renata Micha, las carnes procesadas como las salchichas, se han asociado a un incremento del 42% en el riesgo a desarrollar enfermedades cardiacas, y un aumento del 19% en la probabilidad de desarrollar diabetes mellitus tipo 2.
Las salchichas tradicionales se hacen a partir de recortes de puerco, tocino, pollo y pavo. Pero, a menos que sean hechas en casa, es difícil encontrar salchichas que no incluyan preservativos, saborizantes y colorantes (por nombrar algunos de sus ingredientes menos desagradables), incluso las marcas que se anuncian como "sanas" o "naturales" suelen tener los mismos componentes.
El especialista en Salud Pública y Ciencia Ambiental Marco Torres, da a conocer los ingredientes de una salchicha comercial:
Agua fluorada: necesaria para obtener la consistencia "cremosa" del relleno de la salchicha. Actualmente existe el debate acerca de la posible toxicidad del flúor. (En Estados Unidos, cerca del 70% del agua pública contiene flúor).
Sal: Una salchicha de 35g contiene alrededor de 0.6g de sal, decolorada y químicamente procesada.
Proteína de leche pasteurizada: ayuda a hacer la mezcla más sustancial y homogénea.
Trifosfato de potasio y sodio: sales sintéticas que mantienen la acidez de la salchicha y permiten que la grasa se mezclen con el agua. (También se utilizan en detergentes).
Jarabe de maíz: Alto en fructosa, es añadido a más del 60% de las salchichas en Estados Unidos. De acuerdo con , casi las mitad de los jarabes de maíz contienen mercurio.
Polifosfatos (E452): Actúan como emulsificadores y estabilizadores, dando una mejor textura a la salchicha y evita que la grasa se descomponga.
Nitrato de Sodio: Evita la descomposición de la carne. Este conservador está asociado a un incremento del 20% de probabilidad de padecer cáncer de intestino, de acuerdo con The World Cancer Research Fund.
Almidón: Da volumen a la salchicha. Generalmente proviene de las papas más baratas, las transgénicas.
Carmín: Es el colorante rojo más popular de los productos procesados. Se utiliza también en la producción de pinturas, tintas y cosméticos.
Saborizantes: Químicos como MSG, E621 o glutamato de monosódico son empleados para realzar el sabor.
Ascorbato de sodio: una forma sintética de la vitamina C, evita que la carne pierda su color rojo.