Cinco mitos sobre el cerebro humano que no son ciertos



Mucho se ha dicho sobre nuestro cerebro en torno a sus capacidades y a su poco conocido funcionamiento, no obstante, en la mayoría de los casos, se trata de aseveraciones sin base científica alguna. A continuación, te contamos algunos de ellos.

-Solo usamos el 10% de nuestro cerebro.
Esta aseveración no es cierta: experimentos realizados usando resonancias magnéticas y tomografías computadas demostraron que gran parte del cerebro se activa para realizar tareas simples, y que incluso pequeñas lesiones cerebrales repercuten gravemente en las capacidades cognitivas, sensoriales y lingüísticas. De cualquier modo, sí existe registro de que tenemos reservas que permiten que podamos perder tejido cerebral y seguir funcionando correctamente.

-Los sentidos son cinco.
Aunque olfato, vista, gusto, tacto y oído son sin dudas los sentidos principales, existen otros que también son importantes para la vida. El sentido del equilibrio, con epicentro en el oído interno, nos permite caminar sin caernos. La propiocepción nos indica dónde y cómo están posicionadas las diferentes partes de nuestro propio cuerpo. La nocicepción activa las respuestas del sistema nervioso al dolor.

-Percibimos el mundo tal como es.
Nuestro cerebro no puede percibir toda la información que lo circunda. Continuamente estamos recortando y adaptando las percepciones. Para circunscribir el caudal de estímulos a un número procesable, todo el tiempo perdemos detalles que consideramos prescindibles. No somos una máquina capaz de interpretar el mundo con objetividad, sino que construimos nuestra realidad a base de invenciones, omisiones y elecciones.

-El cerebro como computadora.
A lo largo de la historia se ha comparado al cerebro humano con diferentes máquinas. Descartes lo equiparó con una máquina hidráulica y Freud con una máquina de vapor. Se establecieron analogías con circuitos eléctricos, centrales telefónicas y posteriormente con computadoras. Sin embargo la metáfora apenas roza la realidad del funcionamiento cerebral. Ni la forma de almacenar memorias, ni la manera de hacer cálculos, ni mucho menos la percepción visual, son equiparables a los de una computadora; puesto que en los humanos todos estos procesos están mediados por un complejo entorno emocional.

-A partir de los 40 años todo va en declive.
Si bien algunas habilidades cognitivas van mermando con el paso de los años, hay muchas capacidades mentales que mejoran con la edad. Los niños tienen más facilidad para aprender cosas nuevas y los jóvenes suelen ser más rápidos para determinar si dos objetos son iguales, pero las personas de más edad muestran mejor capacidad lingüística, más sabiduría social y mayor pericia a la hora de resolver conflictos. Podría decirse que las funciones cerebrales van mutando con el paso del tiempo.
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