MARK BOYLE, EL HOMBRE QUE VIVE SIN DINERO


¿Es posible vivir sin dinero? Hace un año que el irlandés Mark Boyle está desarrollando distintas formas de vivir sin ningún peso.

¿Qué es lo que más quieres en la vida? Muchos contestaríamos que nuestro sueño es ser feliz, pero cómo conseguir esa felicidad, si pareciera que cada vez el dinero nos consume más de lo que nosotros deberíamos hacer uso de él. Pero, queridos lectores, el dinero no hace la felicidad. De hecho, podríamos vivir tranquilamente en un mundo sin billetes.

Un ejemplo vivo de esto es Mark Boyle, un irlandés que era administrador de una enorme compañía de comida orgánica, y que ganaba un suculento sueldo, lo que incluso le permitió comprar un yate, donde un día, con un amigo hablaron acerca de lo que estaba mal en el mundo, y de cómo evitar lo que lo destruía y a las personas en él.

“Estos asuntos no estaban tan relacionados como había pensado antes. Tenían una causa común. Creo que el hecho de que ya no seamos capaces de ver las repercusiones directas que nuestras compras tienen en las personas, en el ambiente y en los animales es el factor que une todos estos problemas.”, escribió Mark.

Para Mark, la mayor causa de la indiferencia a los problemas del mundo era el dinero y el consumismos en general. Haciendo suya la frase de Mahatma Gandhi, “sé el cambio que quieres ver en el mundo”, se deshizo de todo su dinero.

“Hice una lista de todo lo básico que necesitaba para sobrevivir. Adoro la comida, así que eso era lo primordial. Hay cuatro patas en la mesa de la comida gratis: recolectar comida salvaje, cultivar, hacer trueques y utilizar comida desperdiciada, pero hay muchas otras formas.”

Para tener alojamiento, entró como voluntario en una granja orgánica la cual ayudó a renovar para que no dependiera de energía eléctrica. Aquí se dio cuenta de la importancia de no desperdiciar ningún recurso disponible. “Si cultiváramos nuestra propia comida, no desperdiciaríamos el 30% de ella.”

Además, Mark se bañaba en un río, utilizaba periódicos para ir al baño, para desplazarse usaba su bicicleta y para alumbrarse, velas hechas con cera de abeja.

“Irónicamente, he encontrado que este año ha sido el más feliz de mi vida. Tengo más amigos en mi comunidad que nunca, no me he enfermado desde que empecé, y nunca he estado más en forma. He encontrado que la amistad, no el dinero, es la verdadera seguridad. Que la mayoría de la pobreza de occidente es espiritual, y que la independencia es realmente interdependencia.”

¿Ves? El dinero no hace la felicidad. Quizás no podamos ser tan radicales y vivir sin dinero de un momento para otro, pero si empezamos a ser un poco menos consumistas y a preocuparnos de las cosas que realmente importan como la familia los amigos, la madre Tierra, podremos vivir una vida en paz y feliz.

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